“A nivel nacional, los mexicanos no leemos ni tres libros al año y a veces ninguno”, manifestó el cronista de Ojinaga el Prof. Raúl Juventino Juárez Acosta
Ojinaga Chih.- “A nivel nacional, los mexicanos no leemos ni tres libros al año y a veces ninguno”, manifestó el cronista del municipio el Prof. Raúl Juventino Juárez Acosta, y señaló que por eso es una asignatura pendiente el generar el hábito de leer libros desde la niñez.
Entrevistada por este medio dijo que el hábito de la lectura es importante, porque cuando lees ocurre algo maravilloso en el interior: aprendes a pensar y a discernir y para el ser humano es esencial discernir para tomar decisiones.
“Cuando disciernes puedes hacer análisis objetivo en el asunto en que tienes que tomar una decisión y ves los pros, los contras y ya la decisión que tomas, no es sólo para salir de paso, sino que estás pensando en las consecuencias que va a tener en esto”, expresó.
Añadió que el tener el hábito de leer hace que las personas jamás sufran depresión, están probado científicamente, los libros se convierten en amigos y aliados, tengas la edad que tengas ahí va a estar un libro amigo.
Comentó que un libro de papel no está peleado con la tecnología, lo importante es que se lea en papel o digitalmente, lo importante es desarrollar el hábito desde que son niños.
Juárez Acosta aprovechó para hacer un llamado a los padres de familia, a que no le dejen sólo la tarea a las escuelas, ya que uno aprende a ser persona en su casa, si ven que los padres leen, ya está el camino andado, que no digan que están muy cansados y no pueden hacerlo.
Supervisar uso del celular
Asimismo, los exhortó a supervisar a sus hijos en el uso del teléfono celular, el cual se ha convertido en una especie de nana; no está mal que los niños usen el celular, lo que es malo que lo usen sin supervisión.
Debido a que cada vez es menos la gente que lee libros, dijo que muchas librerías en el país se encuentran en riesgo de cerrar, y agregó que el hecho de que en Ojinaga no existe una librería es el reflejo de que la gente de la localidad casi no lee libros.











