Ciudad de México.- La “verdad histórica” sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, se está derrumbando, pero esto podría causar la liberación de varios de los encarcelados por los hechos ocurridos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Así lo informó la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien reveló que nuevas evidencias, hallazgos y declaraciones van a cambiar el rumbo de la investigación en el caso.
“La respuesta categórica es sí. Vamos a conocer, vamos a dar a conocer una historia diferente, sí”, indicó la funcionaria a El Heraldo de México.
Señaló que los principales hallazgos serán en Iguala y “en los espacios cercanos a Iguala. Tenemos unos avances muy importantes, los expertos (del GIEI) que otra vez están en México, que han llegado; incluso yo platiqué (en días recientes) con alguno de ellos y me dijo que muy pronto iban a tener conclusiones”, señaló.
Explicó que nuevos restos óseos encontrados en municipios cercanos a Iguala, Guerrero, fueron enviados a la Universidad de Innsbruck, Austria, para determinar si existe concordancia genética con los familiares de los 43 normalistas.
Refirió, hay indicios que fueron encontrados en Iguala, Huitzuco y otros municipios, lejos del basurero Cocula y el río San Juan a los que se limitó la llamada “verdad histórica” construida por el ahora exprocurador Jesús Murillo Karam.
Sánchez Cordero indicó que hay cruces de información y declaraciones, las cuales, en caso de dar positivo, van a derribar la narrativa elaborada en el sexenio anterior.
“Nos iban a dar los resultados de Innsbruck en 15 días, (pero) van a prolongar más tiempo”, explicó. Confió además en que las nuevas declaraciones aportan información relevante a la investigación.
“Básicamente vamos a sacar todas las investigaciones, nuestros cruces de información, de declaraciones, porque no tienes idea cómo tenemos diversidad en todas las declaraciones de la gente que ha sido privada de su libertad”, apuntó.
Dijo que el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, arriesga la vida en la investigación, pues es quien personalmente acude a las zonas de los hallazgos, pese a que no son de fácil acceso.
“Desde luego, se está jugando la vida”, señaló.