Una ley de Texas que prohíbe el aborto después de seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas, entró en vigor este miércoles en ese estado estadunidense, después de que la Corte Suprema no se pronunció ante una solicitud de emergencia para frenarla.
El gobernador republicano Greg Abbott firmó el proyecto de ley en mayo, haciendo ingresar a Texas en la lista de una docena de estados que prohíben el aborto una vez que se puede detectar un latido fetal, lo cual suele darse alrededor de la sexta semana de embarazo.
El llamado ‘proyecto de ley del latido del corazón’ no hace excepciones para la violación o el incesto y convierte a Texas uno de los estados del país donde abortar será más difícil.
La Corte Suprema aún puede aceptar el reclamo de organizaciones de defensa de los derechos civiles y otros grupos, entre ellos la asociación Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU) y Planned Parenthood, el Centro de Derechos Reproductivos.