“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)
En medio de la crisis actual, de la parálisis económica que vive el mundo y de otras circunstancias adversas en muchos sentidos, millones de personas se han encontrado de golpe sin trabajo y han perdido sus medios de vida. Otros han tenido que cerrar negocios en los que invirtieron dinero, esfuerzo, sacrificio y los mejores años de su vida, para hallarse repentinamente en bancarrota. Y otros tantos han tenido que ir consumiendo los pocos ahorros que tenían, por lo que han caído en la desesperación y en la tristeza.
Sin duda alguna, es muy difícil afrontar este tipo de situaciones. Y requiere valor y ánimo poder salir adelante. Pero algo que nos animará, será examinar en la palabra de Dios algunos pasajes útiles para hacerle frente a la crisis actual. Por ejemplo, el salmo 25:16-17 escrito por el rey David dice: “Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas”
Y así como el rey David sufrió varias crisis a lo largo de su vida, muchos hoy el mundo momentos de situaciones inesperadas y angustiantes.
Pero algo interesante que aprendemos del rey David es que, a pesar de hallarse en esa crisis que lo afectaba emocionalmente, no cayó en la desesperación, sino que se apoyó en Dios. Le suplicó ayuda y oró fervientemente. Por lo que podemos notar que de nada nos sirve desesperarnos en estos momentos de crisis y dejar de apoyarnos en nuestro Dios. Creo oportuno seguir el buen ejemplo del rey David y suplicarle constantemente en oración a Dios Su ayuda y guía. Y a pesar de todo, no nos desanimemos, pues tenemos esperanza.
Dicha esperanza la encontramos en la Palabra de Dios, donde se nos dan pautas, consejos y sugerencias llenos de la sabiduría del Señor, de los cuales podemos valernos para hacerle frente a la crisis y a la incertidumbre económica actual.
Además de que lograríamos éxito en nuestros emprendimientos o en cualquier clase de proyectos. Pero sobre todo sentir la paz y la tranquilidad que sólo los siervos fieles de Dios disfrutamos como bendición añadida. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)
Estimado lector, en este tiempo de crisis, que nuestro Dios grande y fuerte le dé grandes victorias, levante su vuelo, le lleve a nuevas alturas, nada le detendrá.
En Su poder podrá vencer, correr y no se cansara, caminara y no se fatigarás, siempre con su mirada puesta en el Señor, en lo que Él puede hacer, nunca pensando en sus recursos limitados sino en los recursos ilimitados del Todopoderoso, dueño del oro y la plata.
Que sea fortalecido por la palabra de Dios, sean sus pasos firmes, seguros, constantes, sea bendecido junto a los suyos alcanzando éxitos que solo Dios puede dar.
No se rindas ante los problemas, presente a Dios todas sus luchas, ore y alábale por su pronta ayuda, por su pronto auxilio en las tribulaciones. Crea en Dios sea, feliz en este mundo, y un día vaya al cielo.
Pastor J. Andrés Pimentel M.