La ganadora de medallas olímpicas y corredora estadounidense Sydney McLaughlin, quien ya ha establecido varios registros mundiales, declaró que lo más importante para ella no son los títulos ganados, sino su fe en Jesús.
En una reciente entrevista con The Christian Post, Sydney recordó que sus medallas son temporales, pero su relación con Dios es eterna.
«Medallas, récords o títulos; todos estos desaparecerán. Lo único que es inmutable es mi confianza en Cristo y eso es lo más valioso», afirmó.
La atleta cristiana, reconocida por dedicar cada victoria en la carrera de obstáculos a Dios, dijo que su propósito en la vida es compartir la verdad del Evangelio para que las personas también puedan experimentar el amor de Cristo.
Sydney reveló que solía buscar su valor y satisfacción en el rendimiento deportivo, hasta que se frustró y comprendió que solo encontraría significado en Dios.
«Vivir alejada de él durante tanto tiempo y tratar de tener éxito en el mundo siempre me dejó sintiéndome vacía, incluso cuando me acerqué a él», comentó.
La corredora también advirtió sobre el engaño del perfeccionismo y la obsesión por los logros.
«En última instancia, somos seres humanos imperfectos y pecadores que siempre caeremos cortos en esta vida. Al tratar de alcanzar la perfección, estamos minimizando nuestra necesidad de Cristo. Al reconocerlo como nuestro Salvador, nos humillamos al comprender que no somos perfectos», resaltó.