*Contra marcha ciudadana, mitin aceitado
*El amadísimo exhibe su vulnerabilidad
*Opositores decantan primeros nombres
*Cubre AMLO de impunidad a Ovalle
Contra manifestación ciudadana, mitin bien aceitado. Lo que cueste y como sea, pero al líder amadísimo y gran benefactor de la patria nadie lo rebasa en las plazas, es dueño absoluto de las calles. ¿Qué veremos el sábado 18 en el zócalo? Exactamente lo mismo que vimos el 26 de noviembre del año pasado: la histórica plaza llena súbditos leales e inconformes, camiones haciendo dobles filas enormes en las inmediaciones, funcionarios y empleados del gobierno capitalino distribuyendo alimentos y bebidas, llamativas mantas adulándolo, gritos “espontáneos” de “te adoramos por siempre, no te vayas”. La parafernalia habitual.
Es lo que Morena, movimiento convertido en régimen populista y devastador de instituciones, sabe hacer con maestría ejemplar. Actúa siguiendo la misma receta, el librito estándar, los protocolos aprendidos de memoria. Si pudiésemos transitar entre los universos paralelos cuya existencia aceptan los físicos teóricos más aventurados, el mitin del próximo sábado podría ser sustituido por la marcha de noviembre pasado, actualizando su narrativa a la fecha emblemática, y nadie se daría cuenta de la farsa.
Hay que hacerla porque así lo dispuso el líder moral. Es su gusto, su deseo, entre la gente y escuchando los ecos del zócalo recarga energías, se asume invencible y se proyecta hacia el panteón de la historia junto a los héroes que puso en el emblema que identifica su administración. Pero no pasará de ser una expresión pública ordenada, organizada y pagada desde el poder, sin otro propósito que satisfacer los egos exaltados del presidente y los incontenidos desahogos de injuriar a los mexicanos inconformes con su gestión demencial.
Ese mitin contendrá todos los elementos de una marcha triunfal, menos uno; la convicción ciudadana, la mayoría de los presentes irán pagados o siguiendo promesas de pago. Por que hay una realidad incuestionable; tanto la marcha de noviembre como la del próximo sábado son reacciones desesperadas del tlatoani a las masivas expresiones ciudadanas de rechazo a la iniciativa de ley en la que ha puesto todas sus esperanzas de consolidar el régimen que lo lleve a la historia; el sometimiento del INE a sus intereses.
Lo anterior deberían entenderlo y tenerlo presente quienes, desde la oposición, se han convertido en agentes involuntarios del régimen, pronosticando una derrota anticipada porque, según ellos, está desunida y no tiene figuras fuertes que la represente en las elecciones del 2014. Su visión es miope, piensan así porque ven la mezquindad de partidos y políticos profesionales, incapaces de hacer fuerza común, restando importancia a la inteligencia y convicción de un pueblo por vivir en libertad. Los electores saben hacer su parte, lo hicieron el 88 con Cuauhtémoc, el 2000 con Fox y si, el 2018 con AMLO.
Quienes postulan una derrota anticipada en razón de la desunión de partidos opositores, irrespetan la inteligencia del ciudadano e ignoran otros dos hechos incuestionables: el resultado en las elecciones del 2021 para diputados federales, donde los partidos oficialistas perdieron por más dos millones de votos contra la suma de los partidos opositores, y la decidida respuesta ciudadana en defensa del INE. Salen a votar como nunca antes y participan en las manifestaciones, pero inconscientemente les restan méritos.
El hombre de 70 años y con severos problemas del corazón, se levanta temprano todas las mañanas, se espabila, viste su cómodo traje y antes del desayuno toma el micrófono sin más propósito que fijar agenda pública, convencido de que sin las mañaneras su gobierno y él como ficción invencible se derrumban. Pero cuando la sociedad decide salir a las calles en defensa de su voto, de la democracia, pierde su templanza y, colérico, reniega porque “los conservadores” le imponen agenda, obligándolo a movilizarse. La marcha de noviembre y el mitin del próximo sábado son reacciones desesperadas y caprichosas de quien ha tenido reaccionado a la oposición la mayor parte de su gobierno.
Serenos, el viejo presidente es socialmente vulnerable, en cuanto pierde control entra en estado iracundo, le ganan los odios largamente acumulados, su peor enemigo es él mismo; su carácter irascible, su contumacia, el mesianismo, la incongruencia, su gobierno colapsado. ¿Quién sino él dio el mayor impulso a las dos manifestaciones ciudadanas en defensa de la democracia?. Recordemos, en las semanas previas a la primer marcha lo perdió la pasión manteniendo el tema durante tres semanas en la mañanera y después otras dos descalificándola. En la segunda no pudo contenerse e intentó ridiculizarla durante días con la vileza de que los participantes marchaban por García Luna. Además el mero día retiró la bandera del zócalo y ordenó arrojar gas con intención de crear una ficticia contingencia ambiental. Son las respuestas del gran líder cuando está desesperado, respuesta de vulgar porro.
Nada significan sus marchas por más que Claudia Sheinbaum, en los extremos de la abyección, proponga inscribirlas en los libros de historia. Quedarán, si acaso, como recursos anecdóticos de populismo en su lucha por conservar el país. Tengamos la legítima satisfacción de que la expresión ciudadana se manifestó en noviembre 13 del año pasado y febrero 26 del presente. Hacer comparaciones es perder tiempo, volver a su narrativa de confrontación y ofensas, los hechos ahí están y ellos los saben.
Lo realmente importante es que la sociedad, los mexicanos libres no los partidos ni sus dirigentes, continúe actuando activamente a favor del respeto al voto y alertas para exigir a los ministros de la Corte que preserven la democracia. Imperfecta y todos los negativos que le pongan, es lo que tenemos para definir el rumbo de país sin apelar a la violencia. El Plan B es inconstitucional en sus principales apartados, la Corte sólo tiene que cumplir con su deber. Si la doblan, al menos una generación de mexicanos verá cancelado su futuro. Ahí, con los ministros, debemos estar concentrados y exigentes.
Rompeolas
De a poco se decantan los aspirantes de la oposición. Santiago Creel hizo su video en modo candidato, Gustavo de Hoyos ya se destapo y José Ángel Gurría es favorito de un grupo representativo de priistas y perredistas que se reunieron el martes e hizo circular la foto. Falta ver en qué terminan los coqueteos con Ricardo Monreal, la definición de Colosio Riojas y alguno más que salga, pero la depuración avanza sin llegar a la puñalada traidora. Tengan paciencia, falta tiempo y eso sí, desde ahora les digo, olviden a los impresentables de Dante y Alito, ellos ya están con Morena.
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Casi tres años después, la Fiscalía General de la República va por una partida de funcionarios menores que cometieron la gigantesca estafa contra Salgamex, algo así como 15 mil millones de pesos. ¿Y el director, Ignacio Ovalle, que permitió el saqueo durante años? “Es un hombre honesto al que engañaron priistas mañosos”, ha sentenciado el líder amadísimo y por tanto su honestidad adquiere categoría de incuestionable. El manto de impunidad que tiende López Obrador sobre Ovalle, expriista con fama de corrupto, permite sospechar que los recursos de la estafa llegaron hasta mero, mero, pero mero arriba y la Fiscalía se quedó en las antepenúltimas consecuencias. No le muevan más, que paguen los chivos expiatorios, Ovalle sirve para otra estafa.