Fenómeno desafió las capacidades de atención humanitaria, señalan
Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez.– En 2024 será indispensable que el Gobierno federal implemente una política migratoria efectiva, que sí dignifique el tránsito de todas las personas en situación de movilidad, permitiendo que su migración sea segura, ordenada, regular e informada, señaló el coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo), Enrique Valenzuela Peralta, después de que en los últimos meses miles de migrantes fueron abandonados en el desierto chihuahuense.
De acuerdo con el registro del Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM), 2023 concluyó con una ocupación aproximada del 60 por ciento en los más de 20 espacios humanitarios de Ciudad Juárez, con alrededor de mil 600 personas albergadas; sin embargo, el funcionario estatal destacó la necesidad de que tanto esta frontera como el resto del país cuenten con capacidades de acogimiento disponibles para los fenómenos que pudieran presentarse este año.
“Desde luego que 2024 va a traer más fenómenos de esta naturaleza –aumentos en los flujos migratorios– y el impacto de las decisiones que se toman desde el ámbito federal en realidad lo venimos conociendo –en las fronteras– ya hasta que surten efecto, igual ocurrirá con el impacto que pudiera tener cualquier otra decisión como la que se aprobó para el estado de Texas”, dijo tras la reciente ley SB4 aprobada por el gobernador Greg Abbott, a través de la cual las autoridades estatales podrían detener a quien ingrese de manera irregular a Estados Unidos.
Valenzuela Peralta relató que 2023 fue un año muy dinámico, que desafió las capacidades de atención humanitaria en Ciudad Juárez, como ocurrió entre agosto y septiembre, cuando los albergues estaban saturados debido a que miles de personas permanecían en espera de una cita para ingresar a Estados Unidos de manera regular, a través de la aplicación CBP One.
También recordó que los falsos rumores provocaron la llegada masiva de personas hacia las puertas del muro fronterizo ubicadas en los marcadores internacionales con la creencia de que el gobierno de Joe Biden les había abierto una puerta para recibirlos, lo cual provocó también que muchas personas abandonaran los albergues para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso.
“Estos fenómenos han desafiado nuestras capacidades de atención humanitaria, pero también provocaron otros efectos como el cierre de algunos carriles para ingresar mercancías a Estados Unidos e impactos que esto tuvo en la economía. Y esto no es culpa de los migrantes, sino de la necesidad de tomar decisiones que realmente estén enfocadas a salvaguardar su integridad y su seguridad. Son decisiones en materia de política migratoria las que se tienen que tomar para evitar que esto nos signifiquen desafíos al punto de llegar a momentos críticos”, señaló.
Dijo que el fenómeno que se ha desatado ha impactado al estado de Chihuahua, ya que las personas han encontrado como una forma de desplazamiento los trenes de carga y cuando llegan al estado a partir de decisiones que no corresponden al Estado, los trenes se detienen y dejan varadas a las personas, desatando la necesidad de atención humanitaria.
“Estas decisiones más bien tienen que ver con una dinámica que atiende Ferromex y que de alguna manera ha de tomar razón el Instituto Nacional de Migración (INM). Sí nos preocupa porque más allá de la población que sabemos que viene en tránsito y de la que está en los espacios humanitarios, tenemos este flujo de personas que no ha podido ser dirigido de manera que pueda salvar su seguridad en su paso por el país y en el estado de Chihuahua el clima es inclemente y verdaderamente puede afectar la salud y las vidas, sobre todo de los más pequeños, los más vulnerables”, destacó.
El coordinador de Coespo señaló la importancia del trabajo coordinado que se tuvo en 2023 y la necesidad de que continúe en 2024 por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, sociedad civil, organizaciones basadas en la fe, Naciones Unidas y otras agrupaciones para seguir procurando la implementación de una política de atención humanitaria.
“El mérito es de todos los que participamos en toda la tarea, pero es particularmente complicado estar atentos a los diferentes momentos, lugares y ocasiones cuando se determina por otros actores dejar a las personas que vienen a bordo del tren de alguna manera desatendidas y varadas en diferentes puntos del estado”, comentó luego de que desde septiembre miles de personas, incluidos niños, niñas y adolescentes han quedado varados en distintos puntos de la carretera del estado.
Subrayó también que las personas en situación de movilidad que arriban diariamente a Juárez y a Chihuahua no son únicamente extranjeros, sino que también existe una cifra importante de mexicanos desplazados por la violencia y que buscan poner a salvo sus vidas.
En 2024 los flujos migratorios continuarán “porque creen que está abierta la puerta del punto fronterizo 36. Sí estimamos que puede haber cambios importantes a lo largo del año, pero no sabemos aún el impacto, son muchos los factores que jugarán a lo largo de este año 2024 y si de algo podemos estar seguros es que la población seguirá arribando; la diferencia la marcará la capacidad de atención que tengamos desde que ingresen al país, por lo que debemos seguir fortaleciendo las capacidades locales para atender a quienes arriben en un momento dado”, indicó.