Ojinaga Chih.- El anonimato y las facilidades que otorgan ciertas aplicaciones gratuitas como Whatsapp, un email o cualquier red social para engañar y captar víctimas está favoreciendo el incremento de las estafas y extorsiones. En estos casos, no hay infecciones ni hackers para obtener tus datos personales. Sólo el eslabón más débil: tú.
Ayer por la tarde desde la una, se detectó el problema, porque mandaban mensajes de conocidos con saludos, pidiendo dinero, amenazando etcétera, etcétera, y comenzó a surgir la sospecha; incluso algunos de los afectados en Ojinaga y la ciudad capital se vieron obligados a bloquear su cuenta de Whatsapp.
Se venía venir. Whatsapp, los mensajes directos y los falsos perfiles de Twitter y Facebook para lanzar la estafa. Un mensaje sugerente: “te quiero conocer”, “me interesa tu perfil”, “espía las conversaciones de Whatsapp de tu pareja”, “cómo obtener contraseñas ajenas”, “cómo participar en sorteos, descuentos o negocios y apuestas rentables”.
El fenómeno virtual está dando lugar a peligrosas relaciones sociales, personales y empresariales de confianza, vía email, Whatsapp o redes sociales. ¡Cuidado! Vías muy negras, a la par que lentas, en una investigación para poder dar con el autor de la estafa o la extorsión que te tiene tan sometid@. Cada vez más frecuente y, por ello, preocupante.
Nos llegan muchos casos a la Unidad. Una víctima sufre lo indecible porque alguien, a quien por supuesto no conoce en persona, le pide dinero por whatsapp o email bajo la amenaza de “atente a las consecuencias”, “sé dónde vives”, “conozco a tu hermana” o “hemos secuestrado a alguien”. Pensarás que, si pagas, te dejará en paz. ¿Qué dato puedes aportar del presunto autor de las amenazas? Ah, ¿qué has hablado por Whatsapp o por Skype y tienes una foto de perfil o un email, o un número de teléfono? Ningún dato fiable.
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