El concepto de reino de Dios siempre trae profundas reflexiones y análisis entre los creyentes. El reino de Dios , como entidad supra-religiosa, establece un orden basado en la justicia, la sabiduría y la perfección. Por tanto, su comprensión y aplicación impactan en la vida y el destino de los seres humanos.
Noticia Cristiana
El apóstol Rafael Ugarte Talavera, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, ofrece reflexiones sobre el concepto del reino de Dios como una forma de gobierno. En este sentido, señala que no es simplemente religioso, sino un sistema de gobierno en sí mismo.
Agrega que Dios ocupa el primer lugar en este sistema, y que tiene sus características de eternidad y autosostenibilidad. Es decir, sólo Dios posee estas características que se manifiestan en la creación de su reino.
Ugarte Talavera explica que en el reino de Dios, aquellos que progresan son los entendidos, y señala el principio de todo según Juan 1:1. En el texto se establece que en el principio, el verbo era Dios y estaba con Dios. Entonces, se define de esta forma que el origen del reino de Dios surge del propósito eterno.
El sistema de gobierno en el reino de Dios es perfecto. Está encabezado por Dios mismo, lo que garantiza la justicia y la perfección en su funcionamiento.
El hombre pierde alineación con Dios
Sin embargo, el hombre, al perder su alineación con Dios debido al pecado, pierde también sus derechos de gobierno. De esta forma queda en un estado de naturaleza caída que lo incapacita para ejercer el gobierno como estaba destinado originalmente.
Para progresar en el sistema de gobierno de Dios, es necesario someterse a su autoridad, ya que los rebeldes encuentran dificultades en este sistema. Aquellos que nacen de nuevo tienen capacitación por Dios para extender su reino. Los que no están sujetos a su gobierno carecen de utilidad en el propósito eterno.
El reino de Dios está intrínsecamente ligado al propósito eterno de Dios. Tiene a Cristo como su cabeza, lo que garantiza su perfección y la plenitud de sabiduría en su gobierno. La rebeldía contra este sistema proviene del orgullo y la soberbia. Aquellos que se oponen al gobierno de Dios se encuentran bajo las consecuencias de su rebeldía.
El reino de Dios no es tiranía:
Ugarte destaca que el reino de Dios no es una tiranía, ya que no impone su gobierno. Busca el alineamiento voluntario de las personas. No obstante, aquellos que se apartan de este gobierno de Dios ya no son parte de él. Operan en un orden caído, caracterizado por la rebeldía.
El apóstol señala que el reino de Dios se manifiesta en la vida práctica de las personas, influenciando todas sus decisiones y acciones. Aquellos que viven en este reino experimentan beneficios. Los que optan por la religiosidad se alejan del gobierno divino y caen en un sistema de control y amenaza.
En resumen, las declaraciones del apóstol Rafael Ugarte Talavera resaltan la naturaleza del reino de Dios como un sistema de gobierno perfecto. Este es establecido en el propósito eterno de Dios y encabezado por Cristo. Es necesario someterse a su autoridad para experimentar sus beneficios y evitar las consecuencias de la rebeldía.