Confirma la Ciudad casos entre migrantes
Staff / El Diario de El Paso
A pesar de que la declaración de emergencia emitida el domingo por el alcalde Oscar Leeser prohíbe los campamentos de migrantes en El Paso, extranjeros que cruzaron ilegalmente a Estados Unidos continúan congregados y durmiendo afuera de la iglesia del Sagrado Corazón, en el Segundo Barrio.
El lunes, funcionarios de Sanidad de la Ciudad de El Paso confirmaron que se han reportado casos de varicela y chinches en el Sagrado Corazón, donde los migrantes han estado acampando afuera.
La varicela es una infección viral muy contagiosa, se caracteriza por una erupción vesicular en forma de manchas y ampollas que producen picazón, de acuerdo con reportes médicos.
Esta no es la primera vez que se presentan brotes de varicela entre migrantes en la región Paso del Norte. En febrero, tres albergues ubicados en Ciudad Juárez fueron puestos en cuarentena debido a la presencia de la enfermedad.
No obstante, la Autoridad de Salud Pública de la Ciudad y el Condado, el doctor Héctor Ocaranza, pidió a la comunidad que no entre en “pánico”.
“Algunas de estas condiciones podrían limitarse a estos entornos de congregación y no se extenderán al resto de la comunidad”, dijo Ocaranza. “Y si detectamos algún brote en la comunidad en un lugar específico, proporcionaremos recomendaciones”.
De acuerdo con Ocaranza, la presencia del virus de la varicela se debe a que se trata de una enfermedad para la cual no se proporcionan inmunizaciones fuera de Estados Unidos.
“Los calendarios básicos de vacunación en muchos países no incluyen la varicela y empezamos a ver algo de varicela. Pero lo que es poliomielitis, lo que es sarampión, difteria, tétanos, proctitis, todos esos reciben las vacunas”, dijo Ocaranza. “Y muchos países de América Latina tienen tasas de inmunización más altas que Estados Unidos.
El alcalde de El Paso, Oscar Leeser, declaró el estado de emergencia el domingo para hacer frente a la afluencia de migrantes que se espera una vez que se levante el Título 42.
Y aunque la declaración de Leeser, que se hace con el objetivo de proporcionar hospedaje temporal a los migrantes y evitar que permanezcan en las calles, imponer esta ordenanza aparece como algo difícil.
“Cuando hablamos de que no queremos que acampen en las calles y hacer cumplir esas leyes, es para que no tengamos estas grandes reuniones donde la gente pueda ir y aprovecharlas”, dijo el subadministrador de la ciudad, Mario D’Agostino.
La presencia de migrantes que acampan afuera de la iglesia del Sagrado Corazón no es un fenómeno nuevo. En diciembre y enero pasados se congregaron en ese punto.
Se trata en su mayoría de personas que cruzaron la frontera ilegalmente –a través del río o zonas desérticas– y que no son sujetas a recibir apoyos gubernamentales como aquellos que solicitaron asilo, por lo que dependen de organizaciones no lucrativas, como iglesias o albergues.
En su mayoría son venezolanos que decidieron ingresar a Estados Unidos como fuera, una vez que la administración Biden fijó cuotas para esta nacionalidad y los obligó a solicitar refugio a través de la aplicación CBP One.
En diciembre, la Ciudad instaló sanitarios portátiles y hasta un camión de transporte público para que pasaran la noche y se guarecieran de las bajas temperaturas.
En su auxilio entra en la ecuación la Cruz Roja Americana.
“Hemos llamado a la Cruz Roja para que nos apoye con aquellos que no han sido procesados correctamente, que están aquí ilegalmente. Si les ofrecemos apoyo a través de los fondos que recibimos del Gobierno federal, ya no tendremos ese dinero”, dijo Leeser.
En diciembre y enero, para evitar infecciones, autoridades de El Paso tiraron y destruyeron cobijas proporcionadas por la Cruz Roja Americana para evitar infecciones y contagios, como el de varicela que se ha registrado ahora en mayo.
Temen fin del Título 42
Más de 73 mil migrantes cruzaron la frontera Sur en los últimos 10 días según la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que admitió que otros 17 mil “fugitivos” –”gotaways”– ilegales evitaron ser detectados y entraron al país en un punto álgido antes del fin del Título 42 el 11 de mayo.
Autoridades utilizan el término “gotaways” para describir a aquellos migrantes que en vez de entregarse a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo político prefieren ingresar al país de manera subrepticia para llegar a su destino.
Unas 22 mil 220 personas han sido detenidas en todas las fronteras de Estados Unidos en las últimas 72 horas, tuiteó el jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Raúl Ortiz, el lunes.
También dijo que otros 51 mil 560 migrantes fueron capturados en la frontera la semana anterior.
Miles de personas se entregan diariamente a los agentes en la frontera Sur en un intento de solicitar asilo y comenzar el “sueño americano”.
La mayoría se procesan y se envían de regreso a través de la frontera bajo el Título 42, una política de la era de la pandemia que permite a la Patrulla Fronteriza enviar de inmediato a ciudadanos de muchos países a México.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza confirmó en el mismo período que al menos 16 mil 985 personas fueron registradas como “gotaways”, que fueron detectadas por agentes o captadas por cámaras con sensores de movimiento pero que no pudieron ser detenidas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el lunes que el Gobierno federal espera que hasta 13 mil inmigrantes ilegales crucen la frontera entre Estados Unidos y México cada día después de que expire el Título 42.
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