Hace unos días solicité al Gobierno Federal y a la Secretaría de Educación Pública, analicen de manera seria el restablecimiento del programa de Escuelas de Tiempo Completo, que brindaron un beneficio importante a niños estudiantes y padres de familia en años anteriores y que de pronto decidieron eliminarlo.
Con este tipo de esquemas se reforzaban las actividades académicas y además ayudaban a la economía familiar, ya que se brindaba alimentación a los estudiantes por el horario extendido que manejaban.
La eliminación de este programa fue una pésima noticia y ello significa un retroceso en el derecho a la educación, además de que se afecta a los padres de familia que trabajan en esos horarios.
Hemos vivido tiempo complicados a nivel local, nacional y mundial con la pandemia y cuándo más se necesita atender el rezago educativo, Morena niega mejores condiciones para que los niños y niñas se recuperen y sigan aprendiendo, en una actitud que genera muchas dudas.
La pandemia por Covid 19 provocó graves afectaciones en muchos aspectos, entre ellos al tema educativo, por eso creo que la desaparición de este tipo de programas no abona a que la situación cambie en favor de los estudiantes y su aprendizaje.
Es necesario resaltar que el programa de Escuelas de Tiempo Completo, además de favorecer en lo académico, también era un apoyo para las familias de más escasos recursos, no sólo por temas de alimentación, ya que también se realizaban actividades extras como deportes, música o el repaso ordinario de las clases, actividades de gran valía para la ciudadanía.
Datos recabados a través de diversos documentos, señalan que el Programa de Escuelas de Tiempo Completo atendía a 3 millones 600 mil niños, quienes recibían clases extras y alimentación en más de 27 mil escuelas en todo el país.
Aunque seguirán aplicándose recursos a través del programa “La Escuela es Nuestra”, se destinarán sólo para mejorar la infraestructura de los planteles educativos y no para enriquecer y beneficiar a los estudiantes con una jornada escolar extendida.
Como diputado y ciudadano, considero que estamos a tiempo de que el gobierno federal rectifique y restablezca este programa que ha impactado positivamente a miles de familias chihuahuenses y que, a mi punto de vista y el de miles de personas, la decisión tomada para desaparecerlo forma parte de un gran error.
Cabe destacar que, en el caso específico del estado de Chihuahua, se contaba con 804 planteles que funcionaban como escuelas de tiempo completo, 112 de ellas de corte estatal y 692 federalizadas.
Finalmente, quiero comentar que en la actualidad, las sociedades viven una época de rápidos y constantes cambios culturales, científicos, humanísticos, laborales y tecnológicos, situación que plantea nuevos desafíos a la educación en función de su sentido, papel y responsabilidad. En este contexto, se le exige a la escuela formar ciudadanos capaces de aprender hoy y prepararlos para una participación responsable en un mundo en permanente transformación, para continuar aprendiendo a lo largo de su vida.