Organizaciones sociales, religiosas y autoridades han dado distintas respuestas a los fenómenos que ha enfrentado la ciudad
Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez
A siete años del inicio del éxodo, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP) en el Sector El Paso y la Oficina de Operaciones de Campo de El Paso de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) suman más de 1.7 millones de ingresos de migrantes provenientes de diversas partes del mundo, con la frontera Juárez-El Paso como principal ruta en la región.
Desde octubre de 2018, Ciudad Juárez se convirtió en una frontera de paso, espera, retorno y refugio de miles de personas en contexto de movilidad, quienes tuvieron que huir de sus lugares de origen impulsadas por diversas causas como la violencia, la pobreza, la crisis política y los desastres naturales, pero al llegar se han encontrado con distintas políticas migratorias de ambos países.
Frente a “las listas” de espera, el programa Quédate en México de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), la política de retorno denominada Título 42 y el funcionamiento de la aplicación digital CBP One, durante los últimos siete años organizaciones sociales, religiosas y autoridades han dado distintas respuestas a los fenómenos migratorios que ha enfrentado la ciudad.
De acuerdo con las estadísticas oficiales del Gobierno de Estados Unidos, de octubre de 2018 a septiembre de 2025, los agentes de USBP registraron un millón 469 mil 39 ingresos irregulares a través del Sector El Paso, el cual abarca desde Lordsburg, Nuevo México, en la frontera con El Berrendo, Janos, hasta Fort Hancock, Texas, antes de llegar a El Porvenir, municipio de Praxedis G. Guerrero.
En el mismo lapso, los oficiales de CBP procesaron 239 mil 729 ingresos regulares e irregulares a través de los puertos oficiales asignados a la Oficina de Operaciones de Campo de El Paso (OFO El Paso), la cual integra los puertos de Tornillo, El Paso, Ysleta, Santa Teresa, Presidio, Columbus, Nogales, Albuquerque, San Ysidro, Naco, Douglas y San Luis, así como los aeropuertos de Houston, Los Ángeles, Chicago, Miami, Washington, D.C., San Antonio, Ciudad de Oklahoma, Calexico, Phoenix, Denver, Brownsville, Hidalgo y Atlanta.
En ambos casos, la frontera de Ciudad Juárez con Texas y Nuevo México ha figurado como el punto de mayor paso migratorio en la región, elegida por diversos flujos como el venezolano, el haitiano, el turco y el mexicano. Aunque las cifras se refieren a números de ingresos y no de personas, debido a que una persona pudo haber cruzado más de una vez.
El inicio del éxodo
Con el fin de adelantarse a la primera caravana de más de mil 600 personas que caminaban por Chiapas hacia el norte del país, a finales de octubre de 2018 pequeños grupos de migrantes comenzaron a llegar hasta el puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, entre Ciudad Juárez y El Paso, en donde eran recibidos por los oficiales de CBP para comenzar con un proceso de solicitud de asilo, hasta que con el argumento de la falta de espacio en sus instalaciones empezaron a hacerlos esperar durante días en la joroba del puente.
El 25 de octubre, un grupo de 12 migrantes de Rusia, Cuba, Honduras y El Salvador representó el inicio de la documentación del éxodo hacia Estados Unidos por Ciudad Juárez, en donde tuvieron que dormir a la intemperie frente a los oficiales de CBP que todavía vigilan la entrada a su país en los límites con México para controlar las peticiones de asilo político.
Dos semanas después ya sumaban decenas de migrantes provenientes de países como Cuba, Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú y México los postrados frente a la puerta de Estados Unidos. Los campamentos alcanzaron también otros cruces como el puente Zaragoza-Ysleta. Hasta que debido a las bajas temperaturas las autoridades los obligaron a irse a la Casa del Migrante en Juárez, donde todos contaban con un número de ingreso con el que eran recibidos por CBP.
Frente a las amenazas de deportaciones masivas durante el primer gobierno de Donald Trump, el 10 de octubre de ese mismo año nació el Consejo Estatal de Protección y Atención a Migrantes (Coespam), y en febrero de 2019 se inauguró el Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM) como parte del Consejo Estatal de Población (Coespo).
Aunque la caravana no llegó a Juárez, esta frontera continuó recibiendo todos los días a grupos de personas de distintas partes del mundo, quienes siguieron enlistándose para cruzar el puente de la avenida Juárez a través de una lista que primero coordinaba el albergue católico y a partir de marzo de 2019 el CAIM.
Ante la gran cantidad de personas y con la Casa del Migrante saturada, sacerdotes y pastores de diferentes religiones comenzaron a formar una red de albergues, coordinada por Coespo, la cual actualmente suma al menos 25 espacios humanitarios en la ciudad, entre ellos uno municipal, uno federal y dos estatales -para menores no acompañados-.
Quédate en México / MPP
El aumento en el flujo por Juárez originó que Trump amenazara a México, primero con cerrar la frontera, y luego con imponer aranceles a los productos mexicanos, comenzando en un cinco por ciento el 10 de junio e ir aumentándolos cada mes. Por lo que el acuerdo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para evitar dichas medidas, fue el inicio del programa de retorno denominado “Permanecer en México” o “Quédate en México”.
El programa se implementó a través de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), en enero en Tijuana y en Mexicali y el 21 de marzo en Ciudad Juárez, por instrucción del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS), según la Sección 235 (b) (2) (C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, y consistía en que los migrantes debían esperar en México sus audiencias ante las cortes de inmigración de Estados Unidos.
De enero de 2019 a enero de 2021, el gobierno de Trump retornó a 71 mil 36 solicitantes de asilo a través del también llamado “Permanecer en México”, 22 mil 967 con un caso abierto en la Corte de Inmigración de El Paso, Texas, quienes tuvieron que esperar hasta más de dos años en Ciudad Juárez antes de que se les permitiera quedarse en Estados Unidos.
La política que obligaba a esperar hasta más de dos años a las personas en la frontera mexicana provocó el incremento de los cruces irregulares por puertos no oficiales, como el río Bravo, el muro o la malla fronterizos, el desierto o la red de drenaje pluvial de El Paso.
Retornos por Título 42
Tras el inicio de la pandemia por Covid-19, el 21 de marzo de 2021 Trump determinó que en México y Canadá existía un grave peligro de que se introdujera más el virus en los Estados Unidos, por lo que prohibió la introducción total o parcial de personas o bienes desde ambos países.
Desde ese día, hasta el 12 de mayo de 2023, Estados Unidos realizó 513 mil 265 expulsiones exprés, sin un proceso migratorio, 506 mil 305 a través de USBP del Sector El Paso y seis mil 960 más por la OFO El Paso.
Ante la medida, organizaciones, abogados y autoridades estatales lideraron una lista de “excepciones”, a través de la cual pudieron ingresar grupos de personas a Estados Unidos.
MPP 2.0 de Biden
El gobierno de Joe Biden dio vida a la segunda versión del “Quédate en México” de diciembre de 2021 a agosto de 2022, cuando retornó a siete mil 688 solicitantes de asilo a las fronteras mexicanas a través del llamado “MPP 2.0”, mil 874 de ellos a Ciudad Juárez, tras la orden de una corte estadounidense.
Además, mantuvo la política del Título 42 de Trump, y en octubre de 2022 para los venezolanos, nicaragüenses, cubanos y haitianos, luego de que dichas nacionalidades habían convertido a esta frontera en su ruta principal hacia Estados Unidos.
App móvil CBP One
En enero de 2023, Biden puso en función la aplicación móvil CBP One, una herramienta para programar citas para ingresar a Estados Unidos incentivando a los no ciudadanos estadounidenses a utilizar vías y procesos legales, seguros, humanos y ordenados.
Desde enero de 2023 hasta diciembre de 2024, el gobierno de Joe Biden programó más de 936 mil 500 citas a través de la aplicación digital CBP One, con un promedio de más de 150 accesos diarios a Estados Unidos de Ciudad Juárez a El Paso, según el monitoreo de organizaciones no gubernamentales.
Regreso de Trump
El primer día de su regreso a la Casa Blanca, el 20 de enero de 2025, Trump eliminó CBP One y cerró la frontera para todos los solicitantes de asilo, sin un proceso de migración regular abierto.
También militarizó la frontera, con vehículos blindados y la designación de “nuevas zonas militares” con cargos por invasión a quienes sean detenidos, estableció una nueva multa de cinco mil dólares para quienes ingresen de manera irregular, y desde junio ha mantenido cero liberaciones condicionales en Estados Unidos, por lo que todos los migrantes irregulares son deportados.
Con dichas medidas y 47 mil 165 detenciones, durante el año fiscal 2025 los agentes de USBP registraron la menor cantidad de cruces irregulares de los últimos siete años fiscales en el Sector El Paso; mientras que de acuerdo con el monitoreo de Coespo más de 600 personas se encuentran albergadas en 25 espacios humanitarios, y según organizaciones, unas dos mil personas más viven actualmente en espacios de renta de Ciudad Juárez.












