Ojinaga Chih.- Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran. (Mateo 7: 13-14)
Aquí el Señor nos está enseñando que hay dos caminos y dos destinos. Uno es el cielo y el otro es el infierno, dijo ayer durante su sermón el Pastor Agustín Morales, de la Iglesia Centro Evangélico.
En el Antiguo Testamento vemos a Moisés diciendo al pueblo: “Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes” (Deuteronomio 30:19). Y Dios le dijo a Jeremías: “Y a este pueblo adviértele que así dice el Señor: “Pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte” (Jeremías 21:8).
Josué, que sucedió a Moisés, dijo: “Escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al Señor” (Josué 24:15).
Elías dijo al pueblo en el monte Carmelo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el Señor es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él“ (1 Reyes 18:21).
Como vemos, la decisión espiritual más importante que cualquier persona hará en la vida, es la decisión con respecto a su destino eterno, que superan los triviales que la mayoría de la gente se centra en una base del día a día.
Como nos dice la palabra de Dios, viviremos para siempre y tenemos dos opciones: el infierno y el castigo eterno, o el cielo y el gozo eterno.
Jesús nos está enseñando que hay una elección muy seria que necesitamos hacer, una elección que da una finalidad eterna. Mientras leemos las palabras y la enseñanza de nuestro Creador todavía tenemos una oportunidad, pero algún día será demasiado tarde; por lo tanto el sermón condujo ayer a una elección que debemos hacer mientras todavía hay tiempo, agrego el Pastor Agustín Morales, de la Iglesia Centro Evangélico