Ojinaga Chih.-Es a causa de falta de cultura y derroche; los juarenses debemos cuidar por ahora la calidad del agua, señala especialista.
Por Luis Carlos Ortega/Norte Digital
Más que la escasez, lo que debe preocupar a los juarenses en el corto plazo es el decremento de la calidad del agua que bebemos.
Esto es lo que afirma Gustavo Córdova Bojórquez, profesor e investigador, del Colegio de la Frontera Norte (Colef), especialista en temas de Medio Ambiente, y esto en ciudades como Cd, Juárez y Ojinaga.
Para el académico, uno de los principales investigadores del tema del agua en la ciudad, se habla mucho de la futura escasez del vital líquido; pero muy poco se menciona de las circunstancias que están provocando la creciente pérdida de calidad del agua potable de la que dispone la ciudad.
Con una batería de 250 pozos a un ritmo de extracción de 6 litros por segundo, los niveles de dotación del agua mantienen cierta estabilidad.
Estabilidad que pronto puede verse amenazada por el cada vez mayor grado de salinización y el mayor costo que requeriría mantener su nivel de potabilidad.
El especialista señala que el surgimiento de nuevas zonas poblacionales en sectores de la periferia fronteriza, ha provocado una explotación cada vez mayor del acuífero.
Este nuevo y creciente nivel de explotación hace que los pozos tiendan a salinizarse, lo que nos lleva directamente al tema de la calidad.
“Tenemos un acuífero sumamente generoso de pozo profundo, no superficial, pero finito, agua que no tiene recarga; con el actual nivel de explotación en corto plazo va a significar extracción de agua cada vez más salobre y cada vez menos potable”, señala.
Esto implicaría además la necesidad de implementar tecnologías más sofisticadas para desalinizar el agua, lo que invariablemente incrementará el costo del servicio para los juarenses.