Para muchas personas el tener datos ilimitados es muy importante debido a que usan con mucha frecuencia el celular, sin embargo esto dice Profeco al respecto
En un mundo cada vez más conectado, el acceso a internet desde dispositivos móviles se ha vuelto una necesidad básica para millones de personas. En México, el uso de datos móviles permite a los usuarios mantenerse comunicados, informarse, entretenerse, trabajar e incluso estudiar desde prácticamente cualquier lugar. Con una cobertura cada vez más amplia, los servicios de telefonía móvil ofrecen una variedad de planes que incluyen desde redes sociales ilimitadas hasta paquetes de navegación con cierta cantidad de gigabytes (GB), lo que ha cambiado radicalmente la forma en que los mexicanos interactúan con el entorno digital.
Vale la pena recordar que los datos móviles son una forma de conexión a internet a través de las redes de telefonía celular. A diferencia del Wi-Fi, que requiere una red fija, los datos permiten la conexión a internet desde un teléfono inteligente o tableta sin depender de una conexión doméstica. Esto es posible gracias a las redes móviles, que transmiten información mediante señales inalámbricas a través de torres de telecomunicaciones.
Los datos se consumen al utilizar aplicaciones que requieren acceso a internet, como redes sociales, navegadores web, mapas, correo electrónico, plataformas de streaming o videojuegos en línea. Cuanta más información requiere una aplicación, por ejemplo, videos en alta definición o videollamadas, mayor es el consumo de datos. Por esta razón, los proveedores de servicios de telefonía móvil estructuran sus planes según diferentes necesidades, ofreciendo desde opciones básicas hasta paquetes con grandes cantidades de gigas.
En México, uno de los formatos más populares son los planes que incluyen redes sociales ilimitadas. Esto significa que el uso de plataformas como mensajería instantánea, fotografías o videos dentro de ciertas aplicaciones no consume los gigas del paquete principal. Es una estrategia comercial que ha tenido gran aceptación, ya que muchas personas utilizan su celular principalmente para interactuar en redes sociales.
Planes y gigas: cómo se estructuran las ofertas
Contexto: Los planes móviles pueden ser de prepago o pospago. En el primer caso, el usuario paga una cantidad determinada y recibe una cantidad fija de datos por un tiempo limitado. En el segundo, el cliente contrata un servicio mensual con beneficios recurrentes. En ambos esquemas, los paquetes suelen incluir una cantidad definida de gigas para navegación general y, en muchos casos, acceso ilimitado a redes sociales seleccionadas.
Es importante destacar que, aunque las redes sociales puedan ser «ilimitadas», en ciertos casos su uso puede estar sujeto a restricciones como la calidad de video o la exclusión de funciones externas dentro de las mismas apps. Asimismo, el resto del consumo de datos, como la navegación en sitios web, el uso de GPS o la reproducción de contenido multimedia, sí cuenta contra los gigas contratados.
Antes de contratar un servicio móvil, se recomienda revisar con atención los términos del plan, verificar qué incluye exactamente el uso “ilimitado” y cuántos gigas se destinan a la navegación libre. También es útil conocer los mecanismos para monitorear el consumo de datos, ya que sobrepasar el límite puede reducir la velocidad o generar cargos adicionales.
Profeco alerta por datos ilimitados en celulares
Lo que para muchas personas comienza como una buena oferta, planes de telefonía móvil que prometen redes sociales ilimitadas o “más gigas que nunca” a precios accesibles, termina, con frecuencia, en un mensaje inesperado: “Tus datos se han agotado”. La sorpresa llega acompañada de un saldo por pagar muy por encima de la renta contratada, y la duda inevitable de qué ocurrió en el camino.
Las cifras ayudan a dimensionar el fenómeno. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2024, la población mexicana pasa en promedio de cuatro a seis horas conectada cada día, un incremento que va de la mano con la adopción masiva de teléfonos inteligentes y el encarecimiento de los hábitos digitales.
El mismo estudio revela que el consumo mensual de datos en la modalidad de prepago escaló de 1.1GB a 5.4GB entre 2019 y 2024, mientras que en pospago subió de 2.8GB a 9.7GB, saltos de 391% y 246% respectivamente; de mantenerse la tendencia, 2025 traería nuevos récords de consumo.
El problema es que “ilimitado” no significa “todo vale”. En la mayoría de los planes, el uso sin tope se restringe a ciertas aplicaciones, mensajería o redes sociales, y únicamente a funciones específicas dentro de ellas. La reproducción automática de vídeos en alta resolución, las descargas de archivos o las actualizaciones en segundo plano suelen descontarse del paquete principal de gigas. Cuando el usuario supera ese límite, la velocidad se reduce drásticamente o llegan cargos adicionales que explican la diferencia al cierre del ciclo de facturación.
En ese contexto, el desconocimiento técnico juega otro papel: muchos dispositivos combinan datos móviles con Wi-Fi de manera automática si la señal inalámbrica se debilita. Cuando la opción está habilitada, suele llamarse “Cambio inteligente de red” o “Conmutación automática”, el teléfono recurre al paquete de datos para mantener la calidad de conexión, sin que el usuario lo note.
Comprender qué incluye realmente un plan “ilimitado”, monitorear el gasto desde la aplicación del operador y optimizar la configuración del teléfono son las mejores defensas para evitar que la próxima notificación de “datos agotados” llegue antes de tiempo… y con ella, una factura que desborda cualquier presupuesto destinado al uso de datos móviles.