Otra vez nos ocupa el tema de los aranceles que ha impuesto nuestro socio comercial del norte
Otra vez nos ocupa el tema de los aranceles que ha impuesto nuestro socio comercial del norte, por los efectos negativos que tienen sobre la economía nacional y, particularmente, muy particularmente, sobre la economía de nuestra ciudad, ya que un porcentaje muy alto de nuestra actividad económica, está basada precisamente en la transformación de materia prima y el comercio internacional, así como todos los demás rubros que giran a su alrededor.
Y por si esto no fuera suficiente, ahora también se decretaron medidas desde el gobierno federal, específicamente de la Secretaría de Economía, que complicarán severamente el trámite de algunas exportaciones, lo que viene a agravar aún más la precaria situación de las empresas dedicadas a esos giros comerciales o de producción.
De acuerdo con información que circuló durante esta semana que hoy termina, proporcionada por el delegado regional de la ANIERM (Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana), Lic. Marcelo Velázquez, la Secretaría de Economía impuso un nuevo trámite llamado “aviso automático” que entraba en vigor el pasado jueves, sin embargo, se otorgó una prórroga por 30 días, ya que detendría la producción de la industria.
Velázquez señaló en un comunicado que la mayoría de los productos que se hacen en Juárez entrarían en este esquema, en el que la empresa debe notificar de cada exportación mediante un correo electrónico y esperar 10 días la respuesta o autorización de la SE, lo que haría muy lento el procedimiento para las exportaciones.
Aunque la medida se suspendió temporalmente, su entrada en vigor solo se pospuso para el 30 de junio, lo que continúa significando una seria amenaza latente para los exportadores juarenses.
Ya antes se había advertido, por parte de Thor Salayandía, presidente del Bloque Empresarial Fronterizo, que los aranceles impuestos al acero y otros productos de México, complicarían mucho el escenario económico de la industria maquiladora, poniendo en grave riesgo una plantilla laboral de poco más de 140 mil trabajadores de ese ramo productivo.
Salayandía ha expresado en diversas ocasiones y foros, incluso en este mismo espacio del cual es articulista colaborador, sobre la imperiosa necesidad de una política económica en México, que analice, diseñe y ejecute programas regionales de desarrollo económico que de verdad vayan al fondo de la problemática local y regional.
También el Director de Comercio Exterior en la agencia aduanera SERTEC, José Castañón, publicó en sus redes sociales diversos tópicos y notas periodísticas, relacionadas con ambos casos, señalando que por primera vez en 13 meses cayeron las exportaciones de México a EU, derivado de la imposición de aranceles por parte de este país a algunos productos mexicanos.
Los tres, tanto Velázquez, Thor y Castañón, son voces autorizadas por estar completamente inmersos en las actividades relacionadas con la producción, logística y comercio exterior de productos, de ahí que resulta importante escuchar sus opiniones al respecto.
En cuanto al tema de la medida denominada “aviso automático” adoptada por la Secretaría de Economía, la ANIERM estima que más de la mitad de la producción de Ciudad Juárez cae en el supuesto de este aviso, ya que incluye electrónicos, algunos electrodomésticos, cerveza de malta, tequila y plata pura entre otros, lo que generaría fuertes inconvenientes a la maquila ya que, por sus procesos de calidad, bajos inventarios y “just in time”, no podrían esperar los 10 días que se mencionan en el procedimiento anunciado, por lo que también anunció que su directiva nacional abordará el tema con los funcionarios correspondientes, con el fin de lograr algunos ajustes que no perjudiquen las exportaciones.
Con estimaciones propias, la ANIERM señala que, de entrar en vigor el “aviso automático”, se frenarían 1 mil 500 cargas por día, a un valor promedio de 82 mil dólares, resulta que se detendría el flujo de unos 123 millones de dólares cada día, lo que resulta una afectación muy fuerte, pero además pone en riesgo el empleo de unos 140 mil trabajadores con todo lo que eso implica.
En mi opinión personal, esta medida es un ejercicio de control absoluto que pretende que nadie pueda exportar productos sin que la SE lo autorice, pero que claramente va a ocasionar un fuerte inconveniente en las operaciones de logística en el comercio exterior, en detrimento de las empresas dedicadas a la producción y distribución de este tipo de bienes, y, por consecuencia, a la economía local, regional y nacional.
Algunos datos y cifras importantes a considerar. En el último lustro, el comercio exterior de México ha experimentado transformaciones significativas, marcadas por tensiones geopolíticas, políticas proteccionistas y desafíos estructurales. La frontera norte, especialmente Ciudad Juárez, ha sido un epicentro de estas dinámicas, reflejando tanto las oportunidades como las vulnerabilidades del modelo exportador mexicano.
Entre 2020 y 2024, las exportaciones mexicanas crecieron de 469 mil millones a 617 mil 100 millones de dólares, mientras que las importaciones aumentaron a 625 mil 300 millones, resultando en un déficit comercial de 8 mil 212 millones en 2024. Este crecimiento se ha sustentado principalmente en el sector manufacturero, con Estados Unidos absorbiendo más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
Sin embargo, esta dependencia ha expuesto a México a riesgos significativos. La imposición de aranceles del 25 y 50 por ciento por parte de la administración Trump en 2025, sobre productos clave como acero y aluminio, amenaza exportaciones valoradas en más de 20 mil millones y pone en riesgo alrededor de 380 mil empleos. Además, estos aranceles podrían provocar una contracción del PIB mexicano de hasta un 4 por ciento en 2025.
En este contexto, Ciudad Juárez ha sido un pilar del comercio exterior mexicano. En marzo de 2025, la ciudad registró ventas internacionales por 7 mil 300 millones y compras por 6 mil 104 millones, con un superávit comercial de 1 mil 195 millones. En 2024, las exportaciones desde Juárez representaron el 12 por ciento del total nacional. La industria maquiladora, centrada en sectores como automotriz, electrónico y médico, ha sido fundamental para este desempeño. Sin embargo, la dependencia de insumos importados y la exposición a políticas comerciales volátiles representan desafíos persistentes.
La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), informa en sus redes sociales que, de enero a abril de 2025, las aduanas del país registraron más de 7 millones de operaciones de comercio exterior: 3.2 millones de exportación; 3.8 millones de importación. Las 21 aduanas fronterizas de México registraron 4 millones 844 mil 238 operaciones; 80.6 por ciento de esas operaciones se realizaron por las aduanas de Nuevo Laredo (1 mil 741 millones), Tijuana (592 mil), Ciudad Juárez (571 mil), Reynosa (403 mil), Nogales (319 mil 9) y Colombia (277 mil).
Ese es el tamaño del comercio exterior de nuestro país con EU y todo lo que significa en empleos, recaudación de impuestos, actividad económica regional, y todo lo que ello conlleva, por eso también el efecto por afectar sus procesos normales tendrá consecuencias de igual dimensión en todos los rubros señalados. No es un asunto menor.
El comercio exterior ha sido un motor clave para la economía mexicana, pero su sostenibilidad requiere una estrategia que equilibre la integración global con los requerimientos y la resiliencia internos. Ciudad Juárez ejemplifica tanto el potencial como las vulnerabilidades de este modelo. Enfrentar los desafíos actuales y futuros demandará políticas públicas que promuevan la diversificación, la innovación y la equidad en el desarrollo económico.
