Era expresidente seccional de la Junta; estaba acusado de homicidio
Argelia Domínguez
El Diario de Chihuahua
Chihuahua, Chih.- El expresidente Seccional de la Junta, Ramón L. Ch., se quitó la vida el domingo dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 1 de Aquiles Serdán, donde se encontraba recluido por los delitos de homicidio y feminicidio. Con este deceso suman ya cuatro muertes dentro de este penal en menos de un mes.
De acuerdo con los primeros informes de la Fiscalía General del Estado (FGE), Ramón L. Ch. falleció por suspensión, por aparente suicidio.
El expresidente seccional fue trasladado del Cereso No. 7 de Cuauhtémoc a Aquiles Serdán el 12 de febrero del presente año, tras ser vinculado a proceso por los delitos de homicidio calificado y feminicidio dentro de la causa penal 1/2020. Según se establece, ingresó por los hechos violentos registrados el primero de enero en la comunidad de La Miñaca, municipio de Guerrero.
Luego de 10 días de período de aislamiento preventivo como medida sanitaria ante la contingencia de Covid-19, Ramón L. Ch. fue ubicado en el módulo de ingresos, donde esperaría a que se le asignara el módulo, acorde con sus necesidades.
De acuerdo con el informe, fue visitado por sus familiares el sábado, sin que hubiera mostrado problemas durante su estadía en el centro; sin embargo, ya contaba con antecedentes de que había intentado privarse de la vida anteriormente.
Éste es el cuarto caso, pues durante febrero se registraron otros tres fallecimientos en el Cereso 1: dos de ellos por causas aún no determinadas y uno más por una enfermedad que padecía el interno.
En extrañas circunstancias
El primero fue el de Juan Carlos Álvarez Díaz, de 39 años, quien murió de un paro cardiorrespiratorio el 8 de febrero; junto a él se localizó una jeringa con la que se le habría suministrado algún químico. En el primer análisis realizado por el personal forense no se le encontró ni droga ni alcohol en el cuerpo, pero en la jeringa se hallaron residuos de monoacetilmorfina, uno de los principales metabolitos de la heroína.
Al día siguiente se encontró el cuerpo de Hugo Arath García Robles, de 23 años, también fallecido por intoxicación por las mismas sustancias. Los estudios aplicados determinaron que el joven consumió cannabis y opiáceos en baja dosis, pero no se pudo concluir que estos enervantes hubieran provocado su muerte.
Debido a las circunstancias extrañas de ambas muertes, el fiscal general, Roberto Fierro Duarte, manifestó que no se descartaría la posibilidad de un homicidio. No obstante, hasta la fecha no se ha logrado establecer con claridad cuál fue la sustancia que privó de la vida a estos dos hombres, por lo que se solicitó el apoyo de la Fiscalía de Nuevo León para realizar más pruebas.
Luego, el lunes 22 de febrero se localizó el cuerpo sin vida de Juan Francisco L. R., de 51 años, quien estaba asignado al módulo 6. El informe del Servicio Médico Forense señala que el sentenciado padecía de cirrosis y cayó en paro cardiaco.