Duarte de nuevo /Otra cacería / Adiós a campañas / No al voto
EL EXGOBERNADOR César Duarte Jáquez, ha regresado a los escenarios públicos y no precisamente por sus acostumbradas reuniones en caros restaurantes, como ha acontecido.
Ahora se colocó en las grandes ligas, en donde la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo le dedicó un espacio importante desde la mañanera.
Resulta que el martes, personal de Conagua tronó una de las cortinas de una presa, que más bien parece presón, para liberar el agua retenida ilegalmente y que es propiedad del pueblo, así se dijo.
Se informó que el exgobernador tiene en su rancho El Saucito, en Balleza, cinco presones un pozo y una presa, de lo que por cierto, no se exhibió evidencia pese a que se hicieron varias tomas con uno o varios drones por parte de la dependencia y la Fiscalía General del Estado, quien los acompañó en la intervención.
Sin ser abogado del Diablo ni tampoco de Duarte; la intervención deja varias cosas en el aíre o en duda. La primera cuestión es porque nadie conoció o dio cuenta de la infraestructura hidráulica de Duarte durante los gobiernos estatales de Javier Corral y los primeros tres años de Maru Campos.
La misma duda se asoma a nivel federal, pues transcurrió todo un sexenio con López Obrador y nada pasó.
El tema por supuesto que está en la cancha federal y si la consigna es que vayan por él con o sin Javier Corral detrás, van a ir por él exgobernador, salvó que se afilie a Morena y hasta senaduría pluri le pueden regalar, más la desaparición de las carpetas, los ejemplos abundan.
Pero además si existe presa, pozo y presones, quienes autorizaron las perforaciones o permisos; eso compete estrictamente a la Federación, salvo que el exmandatario se haya ido por la libre.
La Conagua notificó al representante de Duarte, es cierto, pero en el mismo acto, se les informó que el exgobernador no está en posesión del rancho, debido a que la Fiscalía estatal lo tiene asegurado, por lo que la notificación no procedía.
También, se mostró horas después un amparo federal, pero la intervención se realizó, lo que representa un desacato en contra de la jueza que otorgó la suspensión.
Cosas extrañas en la aplicación de la Justicia por parte del régimen, que por cierto, se ha caracterizado por no acatar los amparos de los juzgadores federales, claro cuando son en su contra.
El tema va a dar para buen rato en donde de entrada si los espejos de agua son ilegales deben de ser liberados, pero dentro del estado de derecho. Si Duarte y algunos funcionarios estatales y federales fueron cómplices deben ser llevados ante un juez y punto.
EL PROCESO para realizar proselitismo por parte de los candidatos a juzgadores concluyó en la media noche de ayer, más o menos igual que inició.
Prevaleció el desconocimiento y la apatía ciudadana sobre la elección, pese al esfuerzo de muchos aspirantes, sobre todo los que están fuera de los ambientes políticos partidistas o de las estructuras gubernamentales, que le entraron de buena fe.
Una encuesta ciudadana realizada por El Universal, da cuenta de que un 50 por ciento de los ciudadanos ni siquiera saben que habrá una elección el domingo entrante y mucho menos, conocen tan solo a una persona candidata.
El estimado de la votación con base a la misma muestra, establece que participaría entre un cinco y ocho por ciento de los electores inscritos en el padrón electoral.
En el fondo la cruda realidad nos ubica en la inversa del discurso publicitario de Morena y CuartaT, con esa cantaleta de que el Pueblo pidió la Reforma del Poder Judicial y que va ser el gran elector de los juzgadores.
POR CIERTO, que la aún presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Miriam Hernández Acosta, quien se retirará después de la elección judicial, hizo un llamado a no votar.
Pero para evitar especulaciones, se refirió a no votar por los candidatos que aparecen en los acordeones impresos y distribuidos por la delegación de Bienestar y por Morena.
Se trata de un delito electoral, en donde si bien los acordeones están permitidos de manera individual, no se pueden multiplicar por miles y menos distribuir como ahora se está haciendo, casa por casa y entre beneficiarios de los programas sociales.
Lo decíamos ayer, serán las estructuras de partidos y gubernamentales quienes decidan la elección, nunca el sabio pueblo como engañosamente se ha dicho.