El video circula profuso en redes, en él un grupo de jóvenes manipulan boletas de la elección judicial, presumiblemente de candidatos a magistrados, mientras son observados por supervisores celosos de que cumplan con su trabajo. Podría ser uno de los bunkers del INE donde, pasada la elección, siguen cruzando boletas de manera impúdica y fraudulenta en la llamada “elección del pueblo”. Ya el acordeón induciendo el voto que usó hasta el mismo López Obrador es motivo de gran escandalo, esta votación clandestina produce ascos. ¿Quién tiene la capacidad de usar los recursos del INE sino Morena? No hay limites en la perversidad, todo se vale con tal de mantener el poder.
En un país medianamente democrático las pruebas ostensibles de manipulación electoral serían suficientes para anular la elección, quedaron canceladas las condiciones mínimas de equidad y transparencia para el voto libre y confiable, con sobradas evidencias de fraude inducido desde las cañerías del gobierno. Pero como estamos en el país “más democrático del mundo”, las evidencias son intrascendentes, circunstancias carentes de importancia, menudencias propias de una elección ejemplar. Qué les importa, sus candidatos ya ganaron, el pueblo se pronunció. Cínicos mentecatos.
La concatenación de hechos obvios fácilmente observables da cuenta de que la elección estuvo incubada en las entrañas del poder, los rencores del expresiedente contra la Corte autónoma; manipulada en su proceso de campaña por el Gobierno Federal, los gobiernos estatales del partido oficial y la propaganda del régimen. En conjunto sirvieron de promotores y manipuladores de los resultados, asociación fraudulenta imposible de lograr sin la complicidad del INE y Trife, los órganos responsables de supervisar y sancionar su legalidad. Taddei ratifica su condición de agente superior y comisaria electoral del régimen. Pudrió desde adentro al órgano que preside.
Otra prueba del fraude es que todos, sin excepción, los candidatos ganadores a cargos de ministros, integrantes del Consejo disciplinario y magistrados electorales coincidieron al cien con los nombres apuntados en el acordeón oficial y, sólo casualmente, también son simpatizantes o miembros activos de Morena y devotos de López Obrador, empezando por quienes presidirán la Corte y el Consejo. Su ambición desmedida por seguir manteniendo los resortes nacionales del poder quedó evidenciada en los nombres de ganadores a los cargos principales. Todos ligados estrechamente a él, ni la presidenta Sheinbaum pudo meter mano en esa exclusiva lista de favorecidos. ¿Al servicio de quién estarán estos nuevos juzgadores, de su padrino y promotor político o del pueblo?.
Existe un principio de nulidad aplicable perfectamente a la elección del domingo, el que habla de irregularidades graves y sistemáticas durante la elección y el momento del voto. Ninguna elección como la del domingo, ni la caída del sistema en el 88, ni el supuesto fraude del 2012 que tanto denunciaron sin aportar pruebas, ni nuestro Verano Caliente, ni todas juntas elevadas al cubo observaron tal cantidad de pruebas irrefutables para declararlas nulas. Lo vivido en la jornada del domingo supera, por mucho, el catálogo nacional de porquerías electorales. ¿Quien impugna? No faltará, pero será inútil, la elección quedó sancionada ya saben por quién.
Así se diseñó, como una elección de Estado con la única pretensión de someter el Poder Judicial al Ejecutivo, dejando en las manos de una sola persona, López Obrador, el control de los tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Pongamos en el mismo paquete a los órganos electorales ya cooptados, la supresión de organismos autónomos y tenemos la definición exacta de dictadura. En el caso particular con la triste nota de ser además un maximato en proceso, en México no es la presidenta con A quien manda, sino del expresidente ejerciendo desde su escondite en Palenque. Sigan aplaudiendo como focas al dictador con ínfulas de iluminado, sus hijos y nietos agradecerán su abyección.
Rompeolas
Me había prometido no hablar más del pequeño ambicioso, pierde sentido sobre la base de que su aspiración política es de risa. Imposible cumplirlo, el insensato es como Peña Nieto, no entiende que no entiende. Primero la inoportuna estupidez de los espectaculares, ahora presumiendo como niño con juguete nuevo un diplomado que acaba de iniciar en Harvard, ¡en ética política!. Mal terminó la elección, donde por cierto nunca se observó “su estructura”, cuando salió corriendo a tomarse la foto en las letras de la famosa Universidad. Trágame tierra, ¿quién pompó espectaculares?, ¿quién pompó diplomado? ¿Tan buen aportador le salió el regidor?.
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Que en Batopilas votó el 87 por ciento del padrón, con inclinación marcadamente hacia los candidatos de Palacio. ¿Ya vieron la votación en Guadalupe y Calvo, donde Ariadna Montiel gobierna a través de la presidenta municipal?. Pues nada, fue igualito pero al revés. En este caso aplica la más famosa de Artemio: “a puñaladas iguales llorar es cobardía”.