Estoy convencido que la elección judicial es una farsa triple: Primero por que no es la elección del pueblo, como aseguran, sino la de un megalómano rencoroso con ínfulas de infalible; segundo por que los resultados están predeterminados, ganarán los que diga el régimen; y tercero, lo más trágico, no es para mejorar la justicia y erradicar la corrupción, su propósito más oscuro, el que jamás aceptarán en público, es someter el Poder Judicial al Ejecutivo. Estamos frente al último gran golpe contra la precaria democracia que los mexicanos construimos con enorme esfuerzo, durante décadas.
Mi convicción era no votar, pues cualquier voto libre servirá para validar la farsa. Sin embargo en los últimos días cambié parcialmente de opinión, sigo pensando que la elección es una patraña, una engañifa con fines siniestros, pero he decidido ir a votar única y exclusivamente por los candidatos a jueces y magistrados del fuero común que pude conocer durante la campaña. Advertí que hay candidatos que valen la pena, con buenas credenciales y probidad suficiente para ser juzgadores. Por ellos saldré al votar el domingo, tengo mi acordeón personal que nadie me impuso.
En el curso de las campañas contenidas, casi ridículas (que paradoja, los envían a promoverse atados de manos y pies) aprendí también que los chihuahuenses podemos distinguir entre la elección federal y la estatal. Es una misma elección pero dos condiciones distintas: la justicia federal estará censurada por el órgano disciplinario, de modo que hasta el más modesto juez deberá plegarse a los intereses del régimen; en la justicia estatal quedan ciertos atisbos de libertad, esas pequeñas coyunturas deben ser aprovechadas contra la devastación nacional emprendida por el populismo infame.
En esta elección hay sólo tres prioridades, los candidatos al órgano disciplinario (la censura oficial), los candidatos a ministros de la corte y los candidatos para el Tribunal Electoral. Son las tres listas superiores palomeadas en Palenque, en las que no se colará ningún extraño o aspirante desautorizado. Y si, en mal momento se cuela, Guadalupe Taddei, guardiana electoral del régimen, estará lista para subsanar el error de operación. De ahí hacia abajo como caigan, a Palenque y a Palacio Nacional, hoy muy de la mano, les da igual. Saben que desde el órgano censor controlan la Justicia en su totalidad.
Con esa prioridad solventada en los sótanos del INE, donde contarán los votos y definirán ganadores, a modo de corolario en la concatenación de sinrazones para destruir al Poder Judicial, tenemos un festival de acordones surgidos de cualquier parte, todos con el interés personal de que lleguen “mis amigos”, no los aspirantes mejor calificados. Hay tantos acordeones como pequeños y mezquinos intereses en el país, donde cada grupo de poder está empujando por lo suyos. Acordeones del Gobierno Federal, de las secretarías, de las tribunas en Morena, de sus partidos satélites, de los gobiernos estatales, del PAN, del PRI, de los sindicatos. Dame un acordeón y te diré quien eres, la parodia de una romería hecha elección.
Rompeolas
El Noroña que de mendigo se asume de sangre azul, está sintiendo el rigor del pueblo. Se ha hecho frecuente que le mienten la madre mientras él, indignado exige que no le falten al respeto. Ese miserable se falta al respeto a sí mismo, con sus barbajanerías habituales se deshonra como persona y como político, su impostura es un exceso hasta para un partido donde los mugrosos abundan. Por eso me gustó la mentada de Alfredo Chávez, coordinador de los diputados del PAN, contra este sujeto despreciable. Y le dolió, porque respondió diciendo que todo el pueblo de México (con esas ínfulas, todo el pueblo de México) castigaría al Congreso de Chihuahua. Jajajajajaja, la humillación pública contra el abagado le está saliendo muy cara y las mentadas que faltan.
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Aseguran que Javier Corral es el autor intelectual del golpe mañanero contra Duarte, por el lago de su rancho el Saucito. Hay verdad si pensamos que Corral no ha dejado de rogar porque Duarte sea regresado a prisión, es más lo mismo desea para su compadre del alma Cruz Pérez Cuéllar, a López Obrador le entregó varias veces el expediente de Cruz. Pero de eso a que le hagan caso dista mucho, en el Partido de los puros y tocados por la mano del mesías, Corral es un lacayo vulgar y seguirá siéndolo hasta que los traicione, su vocación. A Duarte lo eligieron como distractor los propagandistas del régimen, tema que por lo demás les durará poco, es un cartucho quemado.
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A propósito de Duarte y el agua, sería bueno preguntar a uno de sus más rendidos colaboradores, Alex LeBarón, sobre los permisos oficiales para represar el arroyo en cuestión. LeBarón sabe mucho al respecto, durante años en la era del duartato ejerció como director general de Conagua, cargo en el que distribuyó, aseguran que a precios altos, folios ochos como si fuesen volantes. Ahí encuentra Conagua muy buen filón, ¿hurgarán en esos pozos ahora que se declaró devoto del populismo?.
