Durante meses se ha especulado sobre la exigencia de Trump a la presidenta Claudia Sheinbaum para que entregue a políticos del régimen presumiblemente vinculados a organizaciones criminales. Se ha negado consistentemente pese a que los nombres que han trascendido están más vinculados a López Obrador que a ella. Muy al inicio de su gobierno entregó sin chistar un puñado de narcotraficantes, pero de políticos nada.
Algo tendrá que hacer la presidenta, pues da la impresión que el engreído Imperio está dispuesto a salirse con la suya y en ese propósito pasó al Plan B, la presión pública. La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, ha tratado de minimizar el hecho de que le hayan cancelado, a ella y a su esposo, su visa norteamericana, por órdenes del Departamento de Estado. Es un primer aviso de que van en serio contra políticos del régimen sospechosos de actuar en complicidad con los señores del mal.
Tampoco es casualidad que, al otro día de la medida extrema, el columnista Salvador García Soto haya mencionado la existencia de una lista negra donde aparecen los nombres de gobernadores, senadores, diputados, alcaldes morenistas sospechosos de actuar en complicidad con criminales. Obviamente García Soto tiene una fuente de alto nivel en la embajada estadounidense, quien le provee valiosa información exclusiva.
Entre los nombres que menciona el columnista están los gobernadores Alfonso Durazo, Alfredo Ramírez, Layda Sansores, Rubén Rocha, Miguel Ángel Navarro, Américo Villarreal, el emecista Samuel García y la gobernadora sin visa, Mariana del Pilar. Aparecen también Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Mario Delgado, Manuel Barttlet y hasta nuestro edil juarito Cruz Pérez Cuéllar, entre otros que hacen una lista de cuarenta y cuatro.
Entiendo que la presidenta Sheinbaum sea renuente a entregar compañeros de su partido, el pacto de impunidad lo firman con sangre. Además sería un golpe durísimo para el régimen que presume de no mentir, no robar y no traicionar el pueblo. En su complicidad con los criminales estarían mintiendo, robando y traicionando al pueblo. La presidenta no actuará a menos que reciba las mayores presiones y aun quien sabe, estaría descobijando al tlatoani que le heredó el cargo, antes muerta que traicionar.
Está en un verdadero problema nuestra presidenta, el gobierno de Trump no dejará de presionar hasta conseguir sus objetivos y recursos para hacerlo tiene de sobra. Por que la otra, para quitárselo de encima, al menos por un tiempo, es que autorice el ingreso de fuerzas militares al territorio nacional, como están exigiendo y ya se lo planteó personalmente a la presidenta, en la última conversación telefónica que sostuvieron. Pero también eso le parece inadmisible.
La encrucijada en que se encuentra es consecuencia de la peor herencia que dejó López Obrador; el país entregado a las organizaciones criminales con su política de abrazos y no balazos, los dejó que actuaran hasta en política con absoluta impunidad. Ese pacto entre el expresidente y los señores del narco le permitieron ganar elecciones estatales, senadurías y diputaciones, seguramente los proveyó de recursos ilícitos, pero el costo para el país e incluso para el gobierno está resultando altísimo. Cómo se vería, por ejemplo, que mañana o pasado cancelen la visa de Adán Augusto, Delgado, Monreal o algún otro gobernador.
Para mi que el senador tabasqueño podría caer antes de lo que muchos esperan.
Pues si esa lista existe, como todo parece indicar que si, y el autor intelectual de la ofensiva contra los políticos mexicanos es Marco Rubio, influyente y antiizquierdista secretario de Estado, eso podría suceder. Poco espacio tiene la presidenta para moverse, pero debe hacerlo antes de que el gobierno norteamericano empiece a soltar expedientes donde aparezcan algunos de los nombres mencionados. Ay nanita y ahora como salimos de ésta.
Rompeolas
A Cruz Pérez Cuéllar le está lloviendo en su milpita y en serio, ahora lo colocaron entre los ediles del régimen sospechosos de actuar en complicidad con criminales, en la famosa lista negra. Creo que esto apenas empieza, de a poco irán saliendo mayúsculos actos de corrupción, el fuego amigo es feroz en Morena. No todo se puede tapar con dinero.
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La otra que padece es la senadora Andrea Chávez, quien no ha visto la suya desde que Loret publicó el costo de los camiones, un dinero que algunos calculan 1,500 millones de pesos en los dos años. El futuro de la senadora depende directamente de la suerte que corra Adán Augusto López, quien decidió desafiar abiertamente a la presidenta CSP. Pero ahora que su nombre aparece en la lista negra, seguramente le tendrá que bajar dos rayitas a su soberbia y con él la senadora. Lo vengo diciendo hace rato, la candidatura de Morena al gobierno se despeja para Ariadna Montiel.
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Me reportan que un regidor sin actividad empresarial conocida es el pagano de los espectaculares del pequeño ambicioso que sueña con la alcaldía chihuahuita. ¿A poco si lo estará encuerdando el grupo de Bonilla y García Portillo?. Se me hace difícil, esa candidatura nadie la toma en serio, es un tiradero inútil de dinero. Y con otra, esa vacilada podría costarle caro al PAN, si no lo frenan ahora mismo. Los ambiciosos de mente estrecha suelen hacer tonterías.
