La presidenta Claudia Sheinbaum demostró que su apuesta por la “serenidad y paciencia” kalimanesca era pertinente, apostó por esperar a la llamada con Trump antes de anunciar las contramedidas arancelarias, y ganó. Seguimos de frente al abismo, la amenaza quedó prorrogada para el dos de abril, pero consiguió aflojar la presión del poderoso brazo que nos empujaba. Con legítima autoridad tiene derecho a decir que ganó el encuentro, pues además Trump le granjeó un guiño: “Este acuerdo estará vigente hasta el dos de abril. Lo hice como muestra de respeto. Gracias Presidenta Sheinbaum por su arduo trabajo y cooperación”.
Es un respiro para ella y para los mexicanos, los aranceles nos hubiesen regresado a la economía del “trapichi” que tanto añora el expresidente, es decir a los tiempos del contrabando, la fayuca y la milpa para consumo familiar, actividades comunes antes del TLC. Muy bien, sólo tenga presente con quien negocia, de la misma manera en que Trump pospuso hoy los aranceles, mañana podría imponerlos otra vez con el muy mexicano “dijo mi mamá que siempre si”, actualizando el paquete de requisiciones.
En cualquier caso, México como el mundo, sigue montado en la montaña rusa de súbitos altibajos emocionales, sujetos a la volubilidad del presidente norteamericano. Conociendo su proclividad a mudar de parecer según el estado mental en que amanezca, la presidenta CSP debería tomar ese guiño con reserva, así como hoy da las gracias otro día vuelve a la ofensiva de “la relación intolerable del gobierno mexicano con los cárteles” y otra vez un volver a empezar y muchos desquiciantes volver a empezar.
Teniendo en cuenta esa realidad, sería importante que la presidenta transparente los acuerdos privados con el presidente. ¿Que pidió a cambio de retirar, temporalmente, su dedo del gatillo?. Ella reconoció qué, durante algún momento en la llamada, le recordó la entrega de los 29 criminales y, supongo, toda la colaboración en materia de combate al narcotráfico. Seguramente preguntó que si México hizo su parte, porqué tanta violencia. En esta parte es donde surge la pregunta: ¿con los 29 en la bolsa, cuándo los narcogobernadores del régimen?.
Ay nanita, no me toquen ese son, dirá la presidenta. Ella puede ignorar los rumores ensordecedores que seguramente llegan hasta Palacio, pero en el consciente colectivo permanece la idea generalizada de que sin narcopolíticos no hay garantía de tranquilidad arancelaria. Lo están exigiendo Marco Rubio, secretario de estado, Howard Lutnick, secretario de comercio, la vocera de la Casa Blanca y el propio Trump. De su forma prepotente y hasta ofensiva de negociar sabemos que no abandonarán la exigencia “por el arduo trabajo y cooperación”. Seguirán machacando hasta salirse con la suya.
En cuanto a la política interna, CSP recibió del diablo una mano; ahora sabe que colaborando con el Imperio tiene una chanza de fortalecer su debilitada presidencia. Está justo en el momento de asumir el liderazgo político que le han negado los radicales de su partido, siguiendo puntual los dictados del expresidente. La grotesca forma como vetaron a su candidata en la CNDH y la burla de posponer tres años la reforma contra el nepotismo la dejaron políticamente muy debilitada. La clase política y empresarial del país confirmó, con esos y otros desaires legislativos, que no está el mando en Palacio Nacional, está en Palenque o donde sea que se esconda el innombrable. Sus acuerdos con Trump pueden revitalizarla.
Dudo que tenga el carácter de asumir plenamente la presidencia, el tiempo lo irá diciendo. Por ahora lo único claro es su decisión de seguir en línea con el mandato populista heredado; el domingo al Zócalo, ya no será mitin, ahora es Festival, el ClaudiaFest.
Rompeolas
¿Que ibas a dónde?, le preguntó Santiago de la Peña a Omar Armendáriz, presidente de Canaco, cuando supo que tenía convocada la sesión de un consejo para elegir por “unidad” a Alejandro Lazzaroto. Esta mañana Santiago desayunó con Armendáriz y le dijo espérame tantito, con la seguridad de quien habla por la gobernadora. Si Omar quiere salir bien, necesita hacer un sincero ejercicio de unidad, no acordar entre dos o tres el nombre del nuevo presidente. Es lo que harán tras el manotazo sobre la mesa de Santiago, un ejercicio de sondeo o votación económica totalmente democrática, de modo que el nuevo presidente y su Comité quede fortalecido. En realidad le hace un favor a Omar y al propio Lazzarotto, en la eventualidad que resulte favorecido, pues llegaría con la venia de Palacio. Sin embargo ahora no está seguro, con la decisión de construir la unidad, no de simularla, regresó al juego Sahír Rentería. En un descuido les voltea la decisión, ha cabildeado bien con muchos consejeros.
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La gobernadora Maru Campos y el secretario Granillo deben poner atención a lo que sucede en Pensiones Civiles del Estado, una noble institución que el director actual está dejando caer a pedazos. Hasta un año las citas con especialistas, meses para los exámenes de laboratorio, el área de odontología literalmente sin poder hacer una limpieza por falta de insumos e instrumentos, no se diga que saquen una muela. Puede alegar que falta dinero, pero será pretexto, todo empeoró baja la dirección actual, hasta los baños antes limpios, hoy parecen de cantina pueblerina. No es falta de dinero, es descuido y ausencia de compromiso con los derechohabientes.