Ojinaga Chih.- Ayer el Pastor Álvaro Vázquez, durante su mensaje de la tarde en El Restaurador hablo de la bendición que resulta poner a Dios por encima de todas las cosas.
Dijo su amor purifica, transforma y trasciende más allá de lo visible. Hoy, Jesús nos recuerda el mandamiento más grande de todos, ese en donde se resume la ley: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.
Y menciono cuando habla de la mente se refiere a un equilibrado entendimiento entre lo racional y lo emotivo; supone una actitud, una disposición del corazón iluminada con la razón para conciliar intereses y dirimir conflictos.
Por otro lado Amar con el alma implica saber despojarse de todas las necesidades propias para adentrarse en las ajenas.
Por ultimo hizo referencia a la mujer de flujo de sangre que se encuentra en los libros de Lucas 8 y Marcos 5. Mientras Jesús caminaba y hacía milagros, llegó una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, la cual había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, cada vez le iba peor, al final de toda su enferme tuvo que reconocer que debía depender del Señor y no de sus recursos que ya había agotado.