Durante muchos años las famosas «tienditas de la esquina» han sido el sustento de millones de familias en México, sin embargo Oxxo podría terminar con estos negocios
La Silla Rota
En medio del ruido del tráfico, las motos de reparto y el avance imparable de las cadenas comerciales, todavía hay un rincón en cada colonia donde se escucha el clásico “¿me fía, doña Mari?”. Las tienditas de la esquina, esos pequeños comercios familiares que han abastecido a generaciones de mexicanos, siguen resistiendo, a pesar del crecimiento de tiendas de conveniencia como OXXO, 7-Eleven o Super City.
Caminar por una calle en cualquier ciudad o pueblo del país es encontrarse con un mostrador con vitrinas llenas de golosinas, un refrigerador que zumba desde hace años, y un cuaderno que guarda deudas apuntadas con lápiz y confianza. Ahí, entre rejas de refrescos y bolsas colgantes de frituras, la tiendita no solo vende productos, sino que forma parte del panorama urbano en el que viven millones de mexicanos.
Según datos del INEGI en el país existen poco más de 800,000 tiendas de abarrotes, muchas de ellas creadas y sostenidas en el seno de familias mexicanas, y que forman parte vital de la economía informal y que abastecen diariamente a millones de personas.
Tienditas vs Oxxo
Contexto: Frente a estos pequeños y familiares comercios, cadenas como OXXO se expanden con modelos corporativos, horarios 24/7, publicidad constante y alianzas con bancos y empresas de servicios. Esto pone a las tienditas en una competencia desigual, sobre todo cuando se trata de precios, surtido y tecnología.
Cabe señalar que una de las principales diferencias entre ambos modelos es el acceso a recursos y tecnología. Las tienditas tradicionales operan con inventarios limitados, menor poder de negociación con proveedores y, en muchos casos, sin sistemas electrónicos de cobro. En cambio, las tiendas como OXXO cuentan con sistemas automatizados, soporte logístico corporativo y estrategias de marketing a nivel nacional.
A pesar de estas diferencias, las tienditas siguen siendo relevantes por su ubicación estratégica en colonias, trato personalizado y flexibilidad, como el sistema de “fiado” que muchas personas siguen utilizando. En zonas rurales y comunidades pequeñas, continúan siendo la principal opción para la compra de alimentos y artículos de primera necesidad.
Sin embargo, el crecimiento de las cadenas de conveniencia ha generado debates sobre la regulación del comercio local, la equidad en la competencia y la necesidad de apoyar a los pequeños comerciantes para modernizarse y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.