La iniciativa de reforma electoral que presentó Cuauhtémoc Estrada es poco menos que una simulación, muy propia del partido de Estado. Lo que pondera el coordinador de los legisladores guindas es eliminar a los diputados plurinominales para sustituirlos por mejores perdedores, dándoles mayor legitimidad electoral. También otorgar mayor inclusión de los grupos vulnerables; etnias, minusválidos, comunidad LGBT, etc.
A reserva de conocer la Iniciativa, los conceptos anteriores son pequeños añadidos a la legislación ya existente que, de ningún modo, representan aportaciones sustantivas al proceso democrático. Más que todo da la impresión que el diputado pretende conseguir su momento protagónico, pues el avance democrático no se observa en la propuesta, no al menos los conceptos trascendidos.
Con independencia del contenido en si de la Iniciativa, los políticos de Morena, nuevo y poderoso partido de Estado, no tienen ninguna cara para hablar de avances democráticos. Empezando por su fundador, López Obrador, por la presidenta Sheinbaum y siguiendo con los mayores liderazgos en el Partido y el gobierno, que ahora es uno sólo, han contribuido decididamente a socavar las instituciones electorales.
El INE, órgano que durante décadas garantizó una organización profesional e imparcial de las elecciones, dejó de ser un órgano ciudadano para convertirse en extensión del Gobierno Federal. Guadalupe Tadei, su presidenta, está al servicio de régimen, no de los ciudadanos. Lo mismo quienes son ahora magistrados del Trife, por interés y cobardía se convirtieron en militantes activos del movimiento.
En un tiempo muy corto sometieron los órganos electorales a su feudo, ¿que caso tiene, Cuauhtémoc, promocionar una Iniciativa de ley electoral si el régimen que representas secuestró los órganos electorales, acabando con nuestra incipiente democracia? No hay sentido, sin instituciones que den certidumbre a los procesos electorales toda iniciativa es hueca, demagoga y por lo mismo farsante.
Una verdadera iniciativa de carácter democrático sería empoderar, nuevamente, a los consejeros ciudadanos del INE, dándoles independencia frente al poder. Pero en lugar de empoderarlos, seis de ellos declararon válida una elección fraudulenta desde su concepción y hasta el grotesco ejercicio de los acordeones. No ha habido, en la historia del país, mayor burla electoral que esa, ni siquiera la infame “caída del sistema”.
Seis de los once consejeros dejaron pasar al elefante por la sala de sesiones como si no lo hubiesen visto. También, júralo desde ahora, los magistrados electorales aprobarán mayoritariamente esa farsa electoral, declarando ganadores a los “ganadores de los acordeones”, es decir la lista elaborada en Palenque. Está bien, tienen derecho, pero no quieran vernos la cara, es una burla.
Rompeolas
Ni en los tiempos del duartismo Brenda Ríos se sintió mejor arropada que durante la rueda de prensa donde apareció flanqueada por Marco Quezada y Miguel Latorre, los dos últimos candidatos a la presidencia municipal por el populismo, uno defenestrado por el PAN, otro que salió corriendo del PRI, hoy ambos devotos del populismo destructor. Supongo que Brenda será la candidata y que ellos acuerparan su proyecto, ya le toca hasta por razón género. De ahí a que gane la alcaldía está muy difícil, muchos mexicanos y más en el norte del país se han desengañado, por fin, del nefasto populismo que destruye al país. La pelea por el estado será muy interesante, ahora mismo las condiciones están para que repita la oposición, en la capital es una tarea titánica para ellos. Pero ánimo, también las precampañas suelen ser redituables.
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Gracias a Dios empiezan a generalizarse las lluvias en toda la entidad, ojalá que así continúen, pues se necesitan muchos aguaceros como los que han caído en los últimos días, para poder salir de la feroz sequía que, todavía, padece la entidad. Los pronósticos son alentadores, eso ya refresca.
