En su gen de absoluta intolerancia los desquicia la verdad y Zedillo se las dice, de frente. No pueden argumentar contra él, los atolondra su narrativa irrebatible dicha de manera sencilla, estructurada, casi pedagógica. Entonces vuelven a lo suyo, el viejo recurso del insulto, la descalificación, el acoso mediático. Vociferan en manada queriendo ocultar el grotesco rostro del régimen que pretenden imponer: la instauración de una dictadura demagoga inspirada en ideologías genocidas que la historia reprobó.
En tiempos de oscuridad, falsos mesías y confusión general Zedillo ha sido luz. Es voz de millones que vemos con justificado temor la devastación institucional emprendida por el “gobierno del pueblo”, cuyo fin es destruir nuestra incipiente democracia. Cada que formula una declaración los enerva porque dice verdades y además con la serenidad de universitario formado en el rigor académico de la ciencia formal. La presidenta no esperaba que se fajara en medios y al verlo fajado quedó desacomodada, atrapada en la vulgar respuesta del chairo común.
Reproduzco parte de la entrevista de Zedillo con Nexos, inicio del actual desencuentro con Claudia Sheinbaum: “Mi conclusión es sencilla: en México se murió la democracia. En México están haciendo un Estado policial, porque ese va a ser el último recurso. Ya cuando la gente esté harta y pierda de todas maneras las elecciones, como en Venezuela, al final quedan la policía y el ejército, el espionaje, la represión, el control de los medios, para que no haya democracia, para que no haya representatividad de la voluntad de la gente”. No pueden negar esa realidad desbordante, por eso los enfurece.
Después entregó un artículo en Letras Libres, manteniendo el tono severamente crítico: “Habiendo accedido al poder gracias a la democracia que, al cabo de muchas luchas, alcanzamos los mexicanos, López Obrador y su partido se han empeñado -y mucho han avanzado- en destruirla. De no corregirse, esta infamia tendrá terribles consecuencias para el presente y el futuro del país… La indignación que siento frente a esta realidad sería idéntica bajo cualquier circunstancia, pero el hecho de que por mandato de los mexicanos haya sido yo parte de la construcción de la democracia hoy asediada, me obligó a romper mi silencio para denunciar este histórico atropello”.
Pocos mexicanos (Cárdenas entre ellos pero guarda silencio) tiene autoridad moral para elevar la voz en ese tono. Siempre he dicho que Zedillo fue el primer presidente electo democráticamente del país, aunque la historia consigne a Fox. Con él se abrió la democracia, en su administración se reformaron las leyes electorales que años después permitieron ganar a López Obrador. Negarlo es una vileza, pisotean la historia.
Ignorando esa historia documentada que también a ella permitió ser presidenta, Sheinbaum respondió en su mañanera bajo los estándares del populismo demagogo cuando se sabe derrotado en la discusión; descalificar sin argumentar. recordó el Fobaproa, lo acusó de advertir a empresarios de la devaluación, condenó la privatización de los ferrocarriles, recuperó la matanza de Aguas Blancas. Con bajeza intentó reducirlo diciendo que la oposición recurrió a él por que se quedó sin voceros.
Por supuesto que Zedillo es parte de la crisis del 94, como también lo es Salinas y que muchos acaudalados abusaron del Fobaproa. Pero eso no demerita su vocación democrática, si los empoderados de hoy la cuestionan es sólo porque no fueron ellos los beneficiarios directos, entonces ganó el «conservadurismo». Pura mezquindad, sin Zedillo, López Obrador y en consecuencia Sheinbaum jamás hubiesen sido presidentes.
Esta vez, a diferencia de las anteriores que soltaba la critica y abandonaba la discusión, Zedillo no guardó silencio. Respondió con una carta pública desafiando a la presidenta e ironizó haciendola pasar por juanita: “La presidenta ha preferido reiterar, casi exactamente, las falsedades que durante muchos años expresó su antecesor, en vez de ella dar sus razones por su desacuerdo con lo que he venido denunciado desde septiembre. Responde con calumnias e insultos, de ninguna manera sobre argumentos de los puntos por un servidor expresado”. En la misma carta retó a López Obrador, proponiendo una auditoria internacional a su gobierno, de la misma forma en que auditaron al Fobaproa.
Ningún otro expresidente ha mostrado su lucidez: Peña Nieto escondido en el pacto de impunidad que le permite disfrutar, sin molestias, de lo robado; Calderón batido a duelo de cuchilladas, cayendo en el juego populista; Fox dá lástima con desplantes que prefiguran chocheo; Salinas agazapado en la riqueza impúdica que acumuló al amparo del poder. Respeto a Zedillo, el que tenía fama de ser el menos político y más tecnócrata de los presidentes mexicanos, salió a dar la cara por el país. Salten demagogos contra él, pero no rebatirán ninguno de sus argumentos. Como dije antes, son irrefutables.
Rompeolas
Ahora nuestra querida presidenta Claudia Sheinbaum presume que seguimos creciendo, pese a los aranceles. Sí, en el primer trimestre del año crecimos al 0.2 por ciento. A lo que hemos llegado, hoy estamos bien por que no hay recesión. Sigamos así, vamos por muy buen camino, y en todo caso la culpa será de Trump, cuando la recesión nos alcance.