Mays, el Say Hey Kid, era la exuberante encarnación del jugador completo. Algunos dicen que fue el mejor de todos
The New York Times
Willie Mays, el enérgico jardinero central cuya brillantez en el plato, en el campo y en las bases con los Giants llevó a muchos a llamarle el mejor jugador polifacético de la historia del béisbol, murió el pasado martes en Palo Alto, California, a los 93 años.
Larry Baer, presidente y director ejecutivo de los Giants, dijo que Mays, el miembro vivo de mayor edad del Salón de la Fama del Béisbol, falleció en un centro de vida asistida.
Mays recopiló estadísticas extraordinarias en 22 temporadas en la Liga Nacional con los Giants de Nueva York y San Francisco y un breve regreso a Nueva York con los Mets, precedido por un paso en 1948 por las Ligas Negras. Logró 660 jonrones, 3.293 hits y una media de bateo de .301 en su carrera.